
Es el resultado de esguinces de repetición del tobillo con un inadecuado apego al tratamiento médico. En ocasiones es provocada una alvulsión del complejo ligamentario (lesión del ligamento en su anclaje con el hueso). Puede ser provocada también como resultado de un evento traumático de alta energía en la articulación que no la fractura o luxa, recibiendo toda la energía las estructuras ligamentarias.
Habitualmente el paciente presenta los siguientes síntomas:
La principal causa es la cicatrización incompleta de los ligamentos después de uno o varios esguinces de tobillo.
Es necesario realizar una exploración física detallada mediante la aplicación de maniobras específicas, para evaluar la estabilidad, laxitud o lesión completa de los ligamentos que estabilizan en tobillo. Dicha evaluación se complementa con radiografías en posición de estrés. Si las radiografías no evidencian estabilidad será necesario una resonancia magnética nuclear para evaluar el grado se laxitud o flacidez residual de los ligamentos.
El tratamiento incluye varias estrategias conservadoras.
Si a pesar de las estrategias conservadoras de tratamiento no se resolviera la sintomatología dolorosa, o bien se evidencia lesión completa ligamentaria respaldada con los estudios de gabinete mencionados, el mejor tratamiento será la reconstruccion quirúrgica de los ligamentos.
El tratamiento quirúrgico habitualmente es abierto asistido por artroscopia permite la evaluación del cartílago del tobillo y la reparación de lesiones asociadas a la inestabilidad.
Lo más importante en el manejo de la inestabilidad del tobillo es la prevención.
Esto se lleva al cabo mediante la atención oportuna de los esguinces del tobillo así como también el apego a las indicaciones medicas y terapia física de rehabilitación por parte del paciente.